Oliver, como pueblo, debo decirlo, no tiene
mucha gracia. Inserto en un valle vitivinícola de ensueño, rodeado cerros
rocosos cubiertos de arena y coníferas esporádicas, animales impredecibles y
surcado por un río y un montón de lagos sucesivos, es un pueblo privilegiado
por su ubicación, su paisaje delicioso, pero eso es, un pueblo con buena
suerte.
Vinimos aquí específicamente a trabajar en
bodegas de elaboración de vinos durante la temporada de vendimia. Habíamos
conseguido el trabajo estando aún en Nueva Zelanda hace unos 5 o 6 meses atrás,
después de búsquedas cibernéticas, varios mails y una entrevista telefónica.
Ambos conseguimos trabajar en 2 viñas distintas, y como Dios está de nuestro
lado, ambas bodegas están –de pura casualidad- a unos 3 km de distancia, a unos
6 km de Oliver. Ambas con un stock de vinos bastante interesantes. Eduardo
trabaja en Tinhorn Creek Vineyard, en la colina de un cerro al igual que la
mía, la prestigiosa Road 13, y recalco “prestigiosa” porque se encuentra en la
posición n°5 de las mejores bodegas de Canadá según Wine Access 2012 Canadian Wine
Awards –cómo te quedó el ojo?-,
una pequeña bodega que procesa tan sólo 500 toneladas al año, ubicada también a
las faldas de un cerro, con una vista al Valle de Okanagan insuperable.
La historia es que básicamente nos fuimos de
Nueva Zelanda a Chile apurados a postular a la visa International Experience
Canada –una Working Holiday con nombre pomposo- esperando tenerla en 2 meses,
pero salió en 3 y llegamos atrasados al trabajo, suplicando vía mail que nos
dejaran partir el trabajo más tarde, y suplicando al cielo que nos dieran la
visa pronto hasta que nos salió y nos vinimos de una. Pasamos un lindo 18 de
septiembre en Chile con la familia y quedamos renovados para un nuevo viaje.
Así que llegamos a Vancouver directo a comprar
pasajes para Oliver y al llegar a Oliver directo al trabajo. No hubo tiempo de
nada –gracias, Embajada de Canadá- y seguimos sin mucho tiempo, conocemos el
camino de ida y vuelta a nuestros trabajos, las calles importantes de Oliver,
los supermercados, el lago más cercano, y fin. Estoy en pañales con este país,
con este pueblo incluso, con el increíble Okanagan Valley y con todo lo que me
rodea. Pero mientras dure la vendimia, es una deuda que voy a tener que saldar
en un tiempo más.
En el Supermercado |
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