No existe nada más bello, sutil y armonioso que una fina y bien delineada naricita de gato. Y no hay nada que me guste más que esa nariz, altiva y soberana, en el animal más perversamente lindo y único, como lo es el gato.
Esa es la razón de la elección del nombre de mi blog, que he abierto para escribir básicamente sobre mi prematura vida de viajera.
Sí sé, no juntan ni pegan ambas cuestiones y sé que intentar hilar
incluso una precaria conexion entre ellas resulta totalmente absurdo,
pero es mi blog, son mis viajes y esa nariz era de mi gato, mi compañero por años, y es algo que voy a recordar y admirar de aquí al infinito aunque ya no esté a mi lado.
Mi Gandalf |
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